Esta práctica se realiza mediante máquinas con motores de combustión interna que avanzan por sí solas, aptas para cortar suelos de puentes, calzadas, bordillos, pavimentos de asfalto (para fugas en autopistas) o superficies de hormigón (para abrir canaletas).
También se recurre a este tipo de corte durante algunas actividades de desmonte (puentes, etc.). Es lo más recomendable para cortes en grandes áreas.
Entre las ventajas se cuentan:
- La calidad del corte en su acabado.
- Acabado superficial limpio, no produce polvo, vibraciones ni grietas.
- La gran potencia de esta máquina.
- Ahorro del tiempo de trabajo gracias a la alta velocidad de la máquina.
- No necesita montaje de guías.